Mi nombre es Paula Moyano

Soy médica especializada en obstetricia, ginecología y medicina reproductiva, con un posgrado en biología molecular. Durante más de 20 años trabajé en el sistema de salud público y privado, pero poco a poco fui adentrándome en el campo holístico. Ahí comprendí que la enfermedad no es un monstruo contra el cual luchar sino una oportunidad para transformarme.

Comprendí que las médicas no curamos a nadie; las personas se curan solas. ¿Qué determina que algunas se curen y otras no? La confianza en el poder sanador de nuestro cuerpo. No hay nada especial que debamos hacer. Conectar con nuestra presencia, que es la fuente de sanación, no requiere interminables citas, tratamientos dolorosos ni aparatos sofisticados. Lo que sí requiere es mostrarse, estar disponible, no intentar arreglar las cosas, estar más atentas y ser conscientes de nuestras reacciones. Ser compasivas, tener paciencia y aceptar lo que es, sin juzgar si lo que nos ocurre es bueno o malo.

Empoderarme es tomar las riendas de mi vida, es ver que hay un conflicto en mí. Me doy cuenta que no veo la situación con claridad, no se qué me pasa, qué necesito; si no, el conflicto estaría resuelto y no tendría síntomas. No le pido a alguien que me libere de mis problemas a través de una medicación, un yuyo o ejercicios. Le pido que me ayude a estar presente, a escucharme. Esto ya no es una petición externa. Es la demanda que me devuelva a mí misma. Ahí tiene lugar una resonancia. Desde este lugar todas las ayudas terapéuticas son posibles.

Poseemos una formidable capacidad de complicarnos la vida, pero, dejame decirte una cosa: no necesitás saber qué es lo que está pasando para sanar. Sanación no es deshacerte de los síntomas. Sanación es una integración coherente de la totalidad de lo que sos. Sanación es construir una nueva relación con el síntoma. A veces el dolor es la sensación sentida de la sanación. El dolor no es un error o un fracaso. Por supuesto que queremos sentirnos bien y sin dolor. Nadie se levanta por las mañanas pensando ¿cómo podría sufrir todo el día? Nuestro sistema nervioso nos lleva a buscar más bienestar y menos dolor. Incluso quien se pone una soga al cuello de alguna manera está buscando dejar de sufrir.

Con la ayuda de la Cosmovisión Aborigen (una profunda comprensión de la intención de las leyes naturales –5 Leyes Biológicas– y una relación de armonía con los yuyos como fuente de alimento y medicina), la Biodinámica Craneosacral (una forma muy bella de entrar en contacto con la cuerpa para restablecer el equilibrio y reconectar con la Salud, ayudando a corregir lo que se tenga que corregir -lo que estés preparada para corregir), y el TRE®,(ejercicios para la liberación de ansiedad, estrés o trauma) nos renovamos no sólo en el nivel físico, sino en el psicológico, emocional y espiritual.

Todo lo que yo puedo hacer es ayudar a la vida a llegar a un equilibrio en la medida que ésta lo intente. Mi motivación es comprender la intención de la Salud mientras trabaja sin dividirse en perseguir el equilibrio y la armonía. Estoy escuchando una historia que se abre a la conciencia de cada une. Estoy reconociendo con qué emoción muy personal (políticamente incorrecta) está correlacionado cada uno de los síntomas, ya sean pequeños o grandes, que te permitan encontrarte, estar disponible y en contacto con aquello que “sentís” (lenguaje biológico) y no con aquello que “pensás” o “creés” (lenguaje intelectual). En definitiva estoy facilitando un dejar de “contarnos historias”.

La emoción surge y no es un drama, el no saber ya no es malestar, la no comprensión ya no es angustia y queda un estado de calidez en el que emerge el mundo. La emoción ya no es emocional, es una sensación sentida. Pueden emerger lágrimas, pero son lágrimas que no te impiden funcionar. Cuando te das cuenta de la fuerza, de la belleza de la emoción, todos los sistemas de pensamiento espiritual caen. Los dogmas, los análisis, los saberes, las fantasías y el despertar sólo son proyecciones hechas sobre el miedo, que no son mas que chispas de la emoción profunda. Me doy cuenta de la vida que me he creado, de las capacidades que intento desarrollar: el coraje, la fuerza, la inteligencia, la espiritualidad, la meditación, la sabiduría y otras pamplinas. Todo estos elementos los desarrollé para no enfrentarme a la emoción que habita constantemente en mí. 

No hay crítica, es mi experiencia. No puedo hacer otra cosa. Existen muchas formas de tener Salud, si nos dejamos deslizar en el sentir que hay más en la vida de lo que es aparente. Lo que me inspira es que podés ir aún más lejos en lo que se refiere a influir en tu propia Salud.

Con Medicina de Transición la gente se trasforma gracias a su propio viaje y no porque se les dijo cómo debería ser. Con esta visión autónoma e independiente comprenderás la naturaleza de tus procesos biológicos liberándote de los miedos y de las concepciones erróneas sobre las llamadas «enfermedades». Comenzarás a manejar tu balance interno y aprenderás a usar herramientas para mantenerte saludable. 

Alrededor del 80% de las enfermedades comunes sanarán con este abordaje, si nos comprometemos a dejarlo funcionar. De otra manera se requerirá una aproximación alopática más directa. Como terapeuta las preguntas que me hago son: ¿Soy competente para esta persona? ¿En qué porcentaje estás dispuesta a abrir tu mente al nuevo paradigma?

Antes de curar a alguien, pregúntale si está dispuesta a renunciar a las cosas que la enfermaron

Hipócrates

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